A veces tropiezo con la obviedad de sentirme un marginado total de los acontecimientos mundiales, no descanso ni un solo segundo de alterar mi realidad, suponiendo que lo que está pasando de alguna manera me afecta. Pero regreso a la comodidad de mi sala y me doy cuenta que solo fueron unos likes y unos compartidos, lo que me acerca a estos eventos. Quizá y más que eso, en realidad, si dejase de consumir ese contenido y me permitiese ver como hay chicas lindas que venden sus cuerpos en la red, o me sonríen digitalmente de forma vacía con bailecitos que nunca tuvieron que pasar por una escuela de danza y aún así o quizá por eso, tienen más visualizaciones que una compañía profesional en los teatros, mi vida sería más feliz.
Pero hay algo que no me permite desconectarme. Acaso es la empatía? No lo creo, puesto que la realidad como siempre nos supera, eso quiere decir que, si fuera yo un ser empático quizá apoyaría las causas que suceden a mi alrededor de forma personal y sobre todo física. Pero no, me siento a contemplar el mundo sin ningún pudor, solamente descifrando en que momento el gobierno caerá, o alguna explosión me quite el internet, la luz, y los servicios más básicos para convertirme, quizá ahora sí, en un ser irracional cargado de ira. Porque claro, eso es por lo único que me enojaría.
siguen pasando los días y mi realidad no se ve distorsionada, quizás es eso, nada mas necesito acostumbrarme a las masacres en el mundo, a los malos gobiernos, a la inestabilidad social lo que me permita vivir en paz. ¿Entonces la costumbre se vuelve razón? ¿Entonces solo tenía que dejar que mi cuerpo y sobre todo, mi algoritmo se acostumbre?
Cómo es posible que alguien a mi alrededor un día quiso hablar sobre lo que pasa en el mundo, que horror, yo porqué quiero escuchar eso, a mi me afecta, le dije. Yo no quiero saber lo que esta pasando en el mundo, ni siquiera quiero saber lo que está pasando aquí. Además seguramente se lo merecen porque todo lo que pasa siempre es porque alguien se lo merece. Pero, quién es el que decide que se merece que.
A veces pienso en lo que pasa en el mundo, pero todos a mi alrededor me dicen que estoy loco, que no lo debería hacer, que es por eso que mi vida no tiene rumbo. Quizá si dejaras de preocuparte por lo que no puedes cambiar podrías vivir más tranquilo, sentencian.
Y pues si, pero a veces pienso que mañana podemos ser nosotros los que estemos desplazados por las injusticias de estos sistemas, podríamos ser nosotros los que debamos atravesar amplios territorios cargando lo poco que podamos cargar, dejando lo demás atrás. Olvidando que nuestros territorios no son banderas, son emociones, personas, recuerdos que quizá, nunca volvamos a sentir.
Inicio de escrito 07 de octubre de 2024 a un año del genocidio palestino.
*imagen de portada Gran OM
Comments